Repetimos la experiencia con el algodón en tonos verdes y camel teñido artesanalmente, con las dos últimas madejas que me quedaban. ¡Como me cuesta desprender de los hilos y telas que me gustan!
El tacto es una maravilla! Es mezcla de algodón y viscosa, que le da mucha caída y suavidad. Las hebras no son uniformes, es un poco liadillo de tejer pero queda muy bonito.
Nos fuimos a las Salinas de Santa Pola y ¡allí estaba! El lugar perfecto a juego con los colores del chal, que como un camaleón se mimetizaba con el paisaje 🙂
Es el último chal con este algodón y color y está disponible en la tienda de Pipocass
Gracias por venir y compartir ♥